Es una creencia bastante extendida que las mujeres son más celosas que los hombres, pero los estudios desmitifican esta afirmación y señalan que esta actitud derivada de la inseguridad y de la obsesión es una problemática que nada tiene que ver con la distinción de sexos, sino que más bien está relacionada con el carácter de cada persona.
Lo que es evidente es que los celos siempre aparecen en las relaciones amorosas y cuando se presentan desigualdades notorias en la pareja, cuando se distingue claramente un dominador y un dominado, este sentimiento se hace aún más evidente.
Cuando los celos son simplemente pequeñas dosis de amor hacia la persona querida uno no debe preocuparse para nada de esta actitud, ya que es de lo más habitual e incluso enriquecedor en una relación, pero cuando se convierte en algo obsesivo lo mejor es acudir a un especialista que le ayude a combatir esta problemática. Sin duda, la sinceridad es otro de los puntos clave en la celosía, ya que una explicación a tiempo, aunque le resulte difícil, puede evitar que la pareja se rompa definitivamente. Los problemas deben hablarse abiertamente, así como cualquier duda o sospecha que se tenga sobre la otra persona, antes que crearse unas ideas inamovibles sin tener motivos para ello.
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