viernes, 14 de agosto de 2009

LOS BENEFICIOS DE LA PARTICIPACION ACTIVA DEL PADRE CON EL BEBE


Ahora que soy madre me doy cuenta cuanto es de importante la participación en pareja con el cuidado de su hijo o hija.

Uno de los errores que mas se comete es el caso de separarse es no dejar ver a sus hijo a uno de los padres o romper lazos de amistad entre los padres y como es mucho mas común dejar todo el cuidado del bebe a la madre y el padre queda en un tercer, cuarto lugar o sencillamente no participa.

En el transcurso de sus vidas, los niños que cuentan con un papá activamente involucrado en su crianza suelen desempeñarse mejor en varios aspectos del desarrollo infantil que aquellos niños que tienen un papá que no se involucra.

Los de los padres que se involucran suelen poseer mayores habilidades para resolver problemas y desempeñarse mejor en situaciones frustrantes; suelen tener mejores habilidades sociales y un mejor entendimiento de los sentimientos de otras personas.

La participación activa del papá contribuye al sentido del humor del niño, a su capacidad de prestar atención y el entusiasmo con el cual exploran y aprenden.
Las barreras a la participación activa del padre
Pese a que tanto el hombre como la mujer son igualmente capaces de aprender a cuidar de los bebés, es usual que muy temprano en la vida del bebé la mujer asuma el rol de ser su cuidadora principal.

Hay una serie de razones por las cuales esto ocurre:
Los hombres suelen tener menos experiencia cuidando niños que las mujeres. En nuestra sociedad, las habilidades necesarias para cuidar de los niños suelen ser practicadas durante toda la vida por las niñas y mujeres, cuidando de hermanos menores, como niñeras, como voluntarias o a través de experiencias de trabajo. A los niños varones y a los jóvenes se les ofrecen menos oportunidades de cuidar niños. Por esta razón, los hombres se sienten inicialmente menos cómodos y con menos destrezas para cuidar de los niños.

Los hombres suelen sentir menos presión social que las mujeres para aprender a cuidar de sus propios hijos. Como resultado, los hombres se encuentran menos dispuestos a buscar apoyo de profesionales, de la familia o de amigos, u otras fuentes que les puedan ayudar a lograr las habilidades necesarias para criar a sus hijos.

Como las mamás suelen hacer el trabajo de cuidar de los niños, suelen perfeccionarse en este trabajo y pueden llegar a ver a los padres como menos competentes. Cuando esto ocurre, se establece un patrón en el cual la madre hace más, aprende más y se siente más confiada al cuidar de los niños. Por ende continúa asumiendo más y más responsabilidades en el cuidado de los niños. El padre, en este escenario, hace menos, aprende menos y se siente menos capaz de proporcionar el cuidado cotidiano del niño. Cuando este patrón se consolida, las madres se sienten sobre cargadas y los padres se sienten excluídos. Los niños, entonces, pierden el beneficio que es tener a ambos padres brindándoles cariño e involucrándose en su crianza.

Las decisiones familiares y las realidades socioeconomicas pueden convertir en un reto el lograr la participación activa del papá. En aquellos hogares donde hay un sólo padre de familia con los niños, como en el caso del divorcio o la separación, muchos papás no conviven con sus hijos y es difícil que estén involucrados. En todo tipo de familias, sin embargo, tanto los hombres como las mujeres se enfrentan a las presiones económicas o presiones relativas a los horarios de trabajo que no concuerdan con las necesidades de sus bebés. Para algunos hombres, estas situaciones y exigencias de trabajo pueden resultar en que se vuelva aún más difícil dedicarle el tiempo a sus bebes que quisie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario